miércoles, 20 de febrero de 2008

Qué "cosa" es el humor

Una de las sempiternas cuestiones que dan para cualquier perezoso debate es intentar ahondar en la naturaleza, o mejor dicho, en la esencia del humor.

Suele decirse (tópicos hay para todos los gustos) que el español, por idiosincrasia, y excepción hecha del Humanismo y el anónimo autor del Lazarillo, o de Cervantes, que practicó la ironía con la carga afectiva y compasiva que conlleva, no es dado al humor, sino a la humorada, al llamado humor grueso, a la burla (vid. el pasaje de el Poema del Cid en que se burlan de los judíos Vidas y Rachel, o del Conde de Barcelona, ¡vaya "derbi" avant la lettre!), a la broma pesada, al sarcasmo sangrante de la españolísima y olé Contrarreforma, Quevedo y el Buscón y sus insultos a Góngora (pobre Góngora); de forma que no encontramos hasta la modernidad, tras un periodo de menos casticismo y de más europeización, auténtico humor en la literatura española; remedando la frase de Menéndez Pidal, España es el país del "humor tardío"...

Como hay españoles para dar y regalar, y como no sólo es Castilla España, ¿qué decir de las literaturas periféricas y, aún más, de las literaturas en otras lenguas que no sean el castellano pero sí son españolas? Y yo qué sé. Como para pontificar estoy.

El caso es que estábame yo entretenida buscando cosillas, en concreto imágenes, en Wikipedia, cuando entro, mágico pasadizo, a través de la etiqueta "Arte - Humor", esperando toparme con, no sé, caricaturas, quizás dibujos satíricos, y he aquí lo que me encuentro:

http://commons.wikimedia.org/wiki/Image:Jean-L%C3%A9on_G%C3%A9r%C3%B4me_-_Duel_After_a_Masquerade_Ball.jpg
Autor:
Jean-Léon Gérôme (1824 - 1904)

¿Qué? ¿Le pareció graciosillo al que etiquetó este cuadro de "humorístico" el que el difunto vistiera galas carnavalescas? ¿No tenían nada menos sangriento ni mortal a mano...?

Podría decir: No comment, pero qué va, I comment, vaya si comment.
1.- Puede que el cuadro guste o no, por su estética neoclásica, su resabio, peroooo...
2.- No es el más resabiado del autor, desde luego. Tendrían que ver otros.
3.- Su pincelada parte de un preciosismo en el primer plano para difuminarse en la niebla que casi oculta la fúnebre carroza o carruaje que trajo a los personajes al encuentro de la muerte, cabizbaja la caballería.
4.- No es una mera estampa, no es estático, como otros cuadros del autor. Cuenta toda una historia, un drama, con sus dramatis personae; captura y encapsula en una imagen el tiempo sin que este pierda su esencia huidiza; muestra el ahora pero también sus antecedentes, sus causas (habría que buscarlas en el baile de máscaras: ni tiempo les dio para cambiarse) y sus consecuencias, su prefacio y su epílogo.
5.- La farsa de la commedia dell'arte cobra tintes trágicos: sostenido por un inútil dottore que no puede salvarle la vida, enmarcado por los escorzos de un mandarín barbudo vestido de histriónico bermellón sanguinolento que le intenta retener el último suspiro, y las manos a la cabeza de un supuesto curilla o viuda (no se ve bien), silueta festoneada de transparencias y encajes, que ha abandonado su manteo negro carnavalesco en mitad del escenario del encuentro, el cuerpo inerte del perdedor, que se resiste no obstante a abandonar el arma que empuña, báculo ensartado en el frío mismo de la muerte, resbala hasta componer el cateto (sí, el cateto, ¡qué pasa!) de un triángulo cuyo vértice más agudo es el carruaje que se llevará al vencedor del duelo. Resalta la faz cerúlea de la víctima, significativamente vestida de blanco como la nieve que silencia la muerte, y el rojo casi imperceptible de su herida contra el multicolor arlequín, siempre oportunista, que se aleja del brazo de un piel roja absurdo como la misma esencia del duelo, camino de su transporte;
6.- Polichinela, el supuesto graciosillo, el matón del garrote, el burlón del viejo mundo, se ha visto vencido por un salvaje de otras tierras, en medio de un ambiente casi surrealista, donde podemos observar, en la esquina inferior derecha, una nota discordante de color: las plumas (sí, las plumas, qué pasa, again) que se le han caído al piel roja del moño en el fragor de la lucha (luego dicen de las galas Drag).

Quizás, después de todo, sí sea un cuadro humorístico, y yo me haya engañado... Pero hay humores que a mí me dan miedo.

1 comentario:

Fauve, la petite sauvage dijo...

Alma Cándida: Humor eres tú...

Ajajajjajaaj, es que me parto contigo, de verdad, eres una genia, ¡monstrua!

Son piropos, eh, por si acaso...

Bueno, del humor gallego no te hablo para no extenderme, pero también habría mucho que decir; y la mezcla del humor gallego con el andaluz es una bomba explosiva, doy fe.


Por cierto, aparte de felicitarte por lo magistral del análisis de tu entrada, aprovecho para preguntarte si crees que la gente se animaría a jugar a lo de poner un cuadro y adivinar el autor, al igual que el juego que rula por ahí entre los blogueros (yo entré y adiviné a la primera y por intuición, pero creo que fue también "a la última" :-( )
que andan en busca de un autor.

¿Lo propones? eso en el caso de que veas que haya gente que se pueda animar. Yo me apunto, y tú conoces a la peña mejor que yo; a la que conozco yo sé de un par o tres o como mucho y siendo muy optimista, cuatro, que se animarían.


Moitos bikiños y mimitos a "tus niñas".